Muy buenas tardes compañeras diputadas, compañeros diputados.
Definitivamente no podía pasar por alto esta ocasión para expresar mi opinión sobre tan controvertido tema.
Antes, quisiera comentarles algunos pasajes de los que he sido parte:
El jueves 26 de agosto de 2010, con la publicación en el periódico MILENIO, de un artículo que redacté, y en el que abundaba sobre el Ecocidio que se avecinaba en El Bajío, tras designar dicho predio para la construcción de La Villa Panamericana. Mismo retomé de uno de mis posicionamientos aquí en tribuna. En ese sentido he estado insistiendoles en repetidas ocasiones. Con mi participación en este mismo lugar el 4 de mayo de este año y el 26 de junio. En todos esos discurso, hice énfasis en el deplorable daño ambiental que se estaba provocando a la zona El Bajío.
Les comento también, -por si no se dieron cuenta- que en este Palacio Legislativo realizamos dos foros de discusión sobre la viabilidad de la construcción de la Villa Panamericana. En ellos, participaron académicos, expertos en hidrología, geógrafos. en resumidas cuentas, los participantes llegaron a la conclusión, entre otras, de que El Bajío no contaba con las determinaciones de densidad poblacional aptas para el número de habitantes que pretendían introducir. Y la más importante; que con la incrustación de este complejo habitacional, se dañaría irreversiblemente a los mantos freáticos que existen el aquel predio.
Lamentablemente hubo poca atención de parte de la mayoría de ustedes, pues al ser pasivos y omisos, fueron comparsa ante este acto de deterioro ambiental.
En aquellas ocasiones podría haber pensado que se trataba de decisiones producto de inexperiencia, o tal vez decisiones generadas al vapor dado la presión de los organizadores por la premura en las construcciones.
Hoy me doy cuenta que todo esto ha sido una serie de frivolidades orquestadas irresponsablemente de parte del ejecutivo estatal y federal e irresponsablemente respaldadas por muchos de ustedes aquí presentes.
Si bien este día existe ya la disposición de la Junta de Coordinación Política para presentar algún documento para paliar el asunto, es lamentable observar las conductas pueriles de muchas de las decisiones que se toman en este Poder legislativo. Pareciera que necesitan que las cosas se las venga a decir un hombre. O parece ser que para que tomen cartas en el asunto se les tiene que reventar el drenaje para que vean la clase de porquerías que están permitiendo. No nos queda más que dar celeridad a acciones encaminadas a subsanar el mermado ambiente de El Bajío, esto después de la lentitud y “la modorra” que hubo en este congreso para actuar. Espero que no tengamos que esperar a que se derrumbe algún estadio. O a que suceda otro huracán para exigir la información y actuar en relación a la epidemia de irregularidades que generaron estos juegos.
Hoy, como ya es predecible en el ejecutivo, salen a decir que el daño fue mínimo, y que bastaron 20 horas para subsanar el problemita. Pareciera que es el arma de defensa más eficiente que tiene el ejecutivo: el negar y minimizar.
Ahora nos toca a nosotros maximizar este problema y ponerlo en las dimensiones que se debe. Seremos capaces???
