Compañeras diputadas, compañeros diputados. Muy buena tarde. Gracias a todos los que aún permanecen en este recinto.
Hoy quiero aludir brevemente a dos temas que me parece que estamos dejando pasar desapercibidos. Y con esto estamos siendo cómplices de actos de impunidad y abusos de autoridad.
El primero de ellos, es el caso de la consejera ciudadana de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco. Quien alevosamente, se presume líder de una asociación que se jacta de trabajar por la vida, pero que a su vez, ha demostrado estar en favor de pensamientos más que conservadores, retrógradas y dañinos para una sociedad cambiante como la nuestra. De esta manera, esta “consejera” bueno, “pseudoconsejera”, ha dejado en claro que su único afán es aprovechar su puesto para pronunciarse en contra de los derechos humanos, como lo son la libertad de preferencias, el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo, entre otros.
Estoy consciente de que en Jalisco aún carecemos de reformas y legislaciones que estén a la altura de las necesidades reales de nuestra sociedad, pero también estoy segura de que lo que menos le hace falta a nuestro Estado, es un retroceso ideológico, solo para cumplir caprichos, aberraciones, represiones y fijaciones, tanto del poder ejecutivo como de otros poderes facticos que se han agigantado ante esta lamentable pasividad de las autoridades.
Creo que podemos empezar por hacer lo que nos corresponde. Si el titular de la propia Comisión estatal de los Derechos Humanos en Jalisco no se ha pronunciado… sus intereses ha de tener.
Y el otro tema que hoy ya deben conocer todos ustedes, es referente al dictamen del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que decreta que más del 70 por ciento de la imagen urbana de Temacapulín, forma parte del patrimonio cultural nacional. No obstante, este documento no se ha podido hacer oficial, pues la Conagua ha ordenado que este documento se mantenga dentro de un cajón.
Es de recalcar, y ya se los había expresado en alguna ocasión en esta misma tribuna, que con la construcción de la presa El Zapotillo, están en riesgo monumentos que al ser destruidos, además de tan fuerte daño al patrimonio cultural nacional, se estarían violando los artículos 52, 53 y 54 de la Ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos. Que claramente dicen que quien incurra en este tipo de desacatos será considerado delincuente habitual.
Es un hecho, y no podemos esconder que existen intereses perversos y macroeconómicos por parte de la Conagua, la CEA y el propio ejecutivo estatal al aferrarse salvajemente a construir esta presa. Pero tengo también la certeza de que tenemos la capacidad de actuar desde aquí. Existe una comisión de Cultura, una Comisión de Recursos Hidráulicos ,una comisión de Desarrollo Urbano y por supuesto la de Asuntos Metropolitanos que en conjunto con el compromiso que podamos demostrar todos los legisladores, puede darse una resolución en favor de quienes pusieron su confianza en nosotros.
Es por eso que desde esta tribuna exhorto a todos ustedes compañeros a que demuestren a los jaliscienses que ustedes no tienen intereses ocultos en estos dos temas.
Que levantemos la voz y no seamos cómplices del abuso de autoridad de la consejera ciudadana de Derechos Humanos.
Que pongamos manos a la obra y no dejemos que los berrinches de unos cuantos se apoderen de la soberanía y la de por sí dañada dignidad de nuestro Estado.
Los invito pues a que pongamos atención en estos asuntos que de verdad nos deben tener ocupados. Estos son los temas reales en los que debemos trabajar y con esto evitar que el congreso se caracterice únicamente por sus escándalos administrativos, o por su sistema de votación, o por su nómina.
DIP. OLGA ARACELI GÓMEZ FLORES