Agradezco al público, medios de comunicación y a los empleados del poder legislativo que hoy se tomaron la molestia de asistir a esta reunión de trabajo; aunque no puedo decir lo mismo a mis compañeros legisladores, pues estar aquí es nuestra obligación, y el que se esté volviendo costumbre realizar las cosas a marchas forzadas y como siempre con el tiempo encima, no es culpa de los demás trabajadores y no debemos considerar como un esfuerzo nuestra presencia.
Felicito a mi compañero Enrique Aubry por designación como presidente de la mesa directiva; tal como lo dispusieron los coordinadores de bancada.
Me es propicia esta intervención para desear a todos ustedes que este año que inicia sea un periodo de reflexión, y que sobre todo, este 2012 represente la consolidación de cada uno de nuestros proyectos; de tal manera que el éxito sea proporcional al trabajo realizado y a cada una de nuestras acciones del pasado.
Es por eso que quiero recordarles que SEGUIMOS SIENDO DIPUTADOS. Que el 2012 no solo significa elecciones, y que el Poder Legislativo no solo se trata de escándalos por parecer agencia de colocación, o por doblegarse ante cualquier capricho del gobernador –claro, esto, apoyado por voceros, antenas y por dirigencias sindicales que no son más que parásitos en la administración de este poder-.
Estamos en la recta final de nuestra gestión como 59 Legislatura; situación que me congratula pues como veo que nos gusta trabajar a marchas forzadas y con el tiempo encima, tengo la esperanza que ahora sí tendremos la voluntad política de abrir los ojos y atender los asuntos que están en espera del despertar de 39 diputados de Jalisco que parecemos estar más entretenidos en miras de próximos puestos. O que quizá nos ha ganado el orgullo y la incapacidad de llegar a acuerdos. Es por eso que esta legislatura –y no muy diferente de otras- se ha convertido en el albergue de 39 proyectos paralelos pero sin metas. 39 diputados que pareciera que no podemos hacer que los proyectos converjan o vayan en conjunto. Olvidándonos de que lo que en realidad vale la pena son aquellas decisiones condensadas, arropadas en equipo. Y que es más importante que el Poder Legislativo luzca por un trabajo integral y colegiado; y no únicamente por destellos de individualidad que se vislumbran cuando se aprueba algún documento, que a la postre se convierten en la estrellita en la frente y el pretexto mediático de quien o quienes participan en lo que en realidad es su obligación.
Es por eso que les recuerdo que tenemos varios asuntos desatendidos. Problemas que van más allá de un escándalo administrativo o personal de un diputado. Me refiero a situaciones que han rebasado la capacidad de los gobernantes y que se han desbordado ante la ingobernabilidad y la pasividad de muchos de los actores políticos de nuestro estado. Entre ellos, por supuesto, nosotros.
Felicito a mi compañero Enrique Aubry por designación como presidente de la mesa directiva; tal como lo dispusieron los coordinadores de bancada.
Me es propicia esta intervención para desear a todos ustedes que este año que inicia sea un periodo de reflexión, y que sobre todo, este 2012 represente la consolidación de cada uno de nuestros proyectos; de tal manera que el éxito sea proporcional al trabajo realizado y a cada una de nuestras acciones del pasado.
Es por eso que quiero recordarles que SEGUIMOS SIENDO DIPUTADOS. Que el 2012 no solo significa elecciones, y que el Poder Legislativo no solo se trata de escándalos por parecer agencia de colocación, o por doblegarse ante cualquier capricho del gobernador –claro, esto, apoyado por voceros, antenas y por dirigencias sindicales que no son más que parásitos en la administración de este poder-.
Estamos en la recta final de nuestra gestión como 59 Legislatura; situación que me congratula pues como veo que nos gusta trabajar a marchas forzadas y con el tiempo encima, tengo la esperanza que ahora sí tendremos la voluntad política de abrir los ojos y atender los asuntos que están en espera del despertar de 39 diputados de Jalisco que parecemos estar más entretenidos en miras de próximos puestos. O que quizá nos ha ganado el orgullo y la incapacidad de llegar a acuerdos. Es por eso que esta legislatura –y no muy diferente de otras- se ha convertido en el albergue de 39 proyectos paralelos pero sin metas. 39 diputados que pareciera que no podemos hacer que los proyectos converjan o vayan en conjunto. Olvidándonos de que lo que en realidad vale la pena son aquellas decisiones condensadas, arropadas en equipo. Y que es más importante que el Poder Legislativo luzca por un trabajo integral y colegiado; y no únicamente por destellos de individualidad que se vislumbran cuando se aprueba algún documento, que a la postre se convierten en la estrellita en la frente y el pretexto mediático de quien o quienes participan en lo que en realidad es su obligación.
Es por eso que les recuerdo que tenemos varios asuntos desatendidos. Problemas que van más allá de un escándalo administrativo o personal de un diputado. Me refiero a situaciones que han rebasado la capacidad de los gobernantes y que se han desbordado ante la ingobernabilidad y la pasividad de muchos de los actores políticos de nuestro estado. Entre ellos, por supuesto, nosotros.
Hoy, por ejemplo, vemos que la razón cae por su propio peso en el caso de la construcción de la Presa el Zapotillo; pues el Tribunal Estatal de lo Administrativo ordenó la detención de la construcción del nuevo centro de población, lo anterior al existir inconsistencias jurídicas y administrativas en tal obra, y como pertinentemente lo he señalado desde hace dos años que llegamos. No obstante, pareciera que estos los habitantes afectados, con excepción de parte mía, no tienen representación en el Congreso, pues no recuerdo que alguno de mis compañeros diputados haya mostrado algún interés por respaldar la legitima lucha de estos jaliscienses.
Tenemos también el ecocidio provocado por la construcción de la Villa Panamericana, donde pareciera que los autores de tal atrocidad son inmunes, pues hasta son premiados por sus ridículo panamericano. Y que todavía tienen el descaro de llamarlos Los Mejores Juegos Panamericanos de la Historia. Cuando existen organismos Internacionales que han calificado de manera objetiva y argumentada que los mentados juegos fueron un fracaso, refiriéndose al desacato de las autoridades en la edificación de la villa. Pero, todo parece quedar ahí. Los responsables siguen amasando su fortuna y dándose los baños de gloria que les permite la impunidad y la complicidad de otras instancias, como lo es este poder. Pues lejos de existir un trabajo que resuelva los conflictos de la contaminación, y que sancione a los delincuentes involucrados, como el gobernador, el COPAG y demás responsables, hoy vemos que misteriosamente, que los propietarios de la villa ya tienen permiso para seguir edificando.
Y podría pasarme el resto del día mencionándoles docenas de conflictos que han pasado frente a nosotros y que han crecido ante nuestra lentitud. Por enésima ocasión les invito a que veamos mas allá de nuestro escritorio y que hagamos que nuestros proyectos, -que estoy segura que son a favor de los jaliscienses- desemboquen en la realización y aplicación de trabajos legislativos coherentes y a la altura del Poder Legislativo de Jalisco.
Recordemos que somos 39 diputados en representación de más de 7 millones de jaliscienses. Tengamos presentes que las decisiones trascendentales pueden ser colegiadas y concensuadas por todos nosotros, y no solamente en reuniones de coordinadores. Tampoco cayendo en el perverso juego de un titular del ejecutivo en declive. Una vez más reitero la invitación y mi esperanza porque hagamos lo que nos corresponde, y si se puede un poco más. No basta con salir a los medios a hablar cada tercer día sobre la gruesa nómina y presentar cada diputado cifras diferentes que no hacen más que demostrar la incapacidad de acordar y a su vez reafirmando el desaseo administrativo del congreso que ya está más que ventilado por los medios. No basta con salir en las noticias diciendo que no se recibió presión de parte de gobernador –vaya afán de engañar a los jaliscienses y de paso denigrar la imagen del diputado-. Pues he de confesar que a mi no me convence ese discurso de que no hubo presiones, cuando los hechos y actitud de muchos compañeros delatan lo contrario. Redireccionemos nuestras decisiones y pensemos en una salida digna. Y demostremos que en realidad no hay presión de otros.
Tenemos también el ecocidio provocado por la construcción de la Villa Panamericana, donde pareciera que los autores de tal atrocidad son inmunes, pues hasta son premiados por sus ridículo panamericano. Y que todavía tienen el descaro de llamarlos Los Mejores Juegos Panamericanos de la Historia. Cuando existen organismos Internacionales que han calificado de manera objetiva y argumentada que los mentados juegos fueron un fracaso, refiriéndose al desacato de las autoridades en la edificación de la villa. Pero, todo parece quedar ahí. Los responsables siguen amasando su fortuna y dándose los baños de gloria que les permite la impunidad y la complicidad de otras instancias, como lo es este poder. Pues lejos de existir un trabajo que resuelva los conflictos de la contaminación, y que sancione a los delincuentes involucrados, como el gobernador, el COPAG y demás responsables, hoy vemos que misteriosamente, que los propietarios de la villa ya tienen permiso para seguir edificando.
Y podría pasarme el resto del día mencionándoles docenas de conflictos que han pasado frente a nosotros y que han crecido ante nuestra lentitud. Por enésima ocasión les invito a que veamos mas allá de nuestro escritorio y que hagamos que nuestros proyectos, -que estoy segura que son a favor de los jaliscienses- desemboquen en la realización y aplicación de trabajos legislativos coherentes y a la altura del Poder Legislativo de Jalisco.
Recordemos que somos 39 diputados en representación de más de 7 millones de jaliscienses. Tengamos presentes que las decisiones trascendentales pueden ser colegiadas y concensuadas por todos nosotros, y no solamente en reuniones de coordinadores. Tampoco cayendo en el perverso juego de un titular del ejecutivo en declive. Una vez más reitero la invitación y mi esperanza porque hagamos lo que nos corresponde, y si se puede un poco más. No basta con salir a los medios a hablar cada tercer día sobre la gruesa nómina y presentar cada diputado cifras diferentes que no hacen más que demostrar la incapacidad de acordar y a su vez reafirmando el desaseo administrativo del congreso que ya está más que ventilado por los medios. No basta con salir en las noticias diciendo que no se recibió presión de parte de gobernador –vaya afán de engañar a los jaliscienses y de paso denigrar la imagen del diputado-. Pues he de confesar que a mi no me convence ese discurso de que no hubo presiones, cuando los hechos y actitud de muchos compañeros delatan lo contrario. Redireccionemos nuestras decisiones y pensemos en una salida digna. Y demostremos que en realidad no hay presión de otros.
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